Escena de "Remando al viento", de Gonzalo Suárez (1988)
“…En efecto, pasé el verano de 1816 en los aledaños de Ginebra. La estación fue fría y lluviosa aquel año y, nosotros nos reuníamos noche tras noche en torno al hogar, donde ardía un gran fuego de leños, divirtiéndonos en relatarnos, unos a otros historias alemanas de espíritus y fantasmas, que habíamos aprendido en nuestras correrías. Estos cuentos nos sugirieron la idea de escribir algunos por nuestra cuenta con el mero fin de distraernos.”
Mary W. Shelley.
Marlow, septiembre de
1817.
La luz de los relámpagos penetraba a través de los viejos cristales y la lluvia caía sin cesar. El afamado poeta Lord Byron enciende la chimenea y propone un juego a sus invitados: han de escribir el relato más terrorífico de todos los tiempos. Las mentes de los participantes del reto comienzan a funcionar, alentadas por las inquietantes conversaciones sobre fantasmas y experimentos eléctricos en cuerpos inertes. Nadie auguraba en ese momento que acababan de nacer dos de los seres monstruosos más populares en el universo de terror: la criatura de Frankenstein, y el Vampiro, que más adelante inspiraría a Drácula, de Stocker.
El año sin verano
Nos remontamos a 1816, al pie de los Alpes Suizos. Fue un año duro,
conocido como el año sin verano o año de la pobreza. Las erupciones volcánicas
de la montaña Tambora (Indonesia) propiciaron un invierno severo que destruyó
las cosechas del norte de Europa y del nordeste estadounidense. Las condiciones
fueron especialmente duras en Suiza, donde el gobierno, alarmado por la
situación, declaró estado de emergencia. (1)
Villa Diodati y los heroes románticos
El escritor Lord Byron se había marchado Inglaterra, huyendo de la
bancarrota y de un matrimonio fracasado. La sociedad londinense le había
repudiado abiertamente y decidió expatriarse para evitar ser juzgado (le acusaban
de escándalos varios y sodomía). Al llegar a Suiza, decide buscar refugio e
instalarse en una antigua y misteriosa mansión: Villa Diodatti. Un
impresionante y lúgubre palacete, situado en las inmediaciones del Lago Leman y
rodeado de explanadas de viñedos. (2)
Durante su estancia allí, y acompañado por su médico personal William
Polidori, decide invitar a un grupo de amigos muy peculiares, entre los que se
encontraban nada más y nada menos que los Shelley, la pareja formada por Percy
y Mary (entonces Mary Godwin). Ésta contaba con tan solo dieciocho años, y a
diferencia de su amante, que era ya un poeta consagrado, aún no había publicado
ninguna obra. Con ellos también viajaba la hermanastra de Mary, Claire
Clairmont, quien durante un tiempo mantuvo un breve idilio con Lord Byron, del
que nació su hija Alegra.
Pocos dudan en afirmar que la joven Mary es el personaje que más relevancia
adquirió tras este encuentro. Su padre era William Godwin, filósofo liberal, y
su madre, una de las precursoras del feminismo, Mary Wollstonecraft, que murió
a los pocos días de su nacimiento. Ellos establecieron las bases esenciales de
su tenacidad intelectual y de su avanzada educación, aunque la joven escritora
siempre vivió atormentada por la pérdida de su madre y por el ostracismo al que
se vio condenada por su nueva madrastra, la madre de Claire. Lo cuál no impidió
que disfrutara siempre que podía de las tertulias literarias que su progenitor
celebraba en el salón de la casa familiar, donde despertó su interés por la
ciencia y la literatura. En una de estas reuniones conoce a Percy, con quien
inicia una larga relación que desemboca en huida, debido a que la familia de
Mary no aceptó el noviazgo (entre otras cosas porque Percy estaba casado). (3)
Volviendo a Villa Diodati, la peculiar pandilla decide pasar unos días en
la finca alquilada por Byron. El desapacible tiempo frustra sus planes
campestres y se ven obligados a permanecer en el interior de la casa,
refugiados de la tormenta, por lo que decidieron entretenerse recitando
poesía y relatando historias de terror al calor del fuego y del láudano.
Existen muchas leyendas sobre lo sucedido esas noches. Todas las
casualidades (¿o causalidades?) parecían haberse sincronizado originando esa
atmósfera mágica y sobrenatural. (4) Y es entonces cuando Lord Byron propone un
juego, una especie de reto literario. Los presentes debían escribir el relato
más tenebroso de todos los tiempos. El ambiente y las conversaciones sobre
fantasmas y experimentos científicos fueron el escenario perfecto para tales
narraciones. Sobre todo para Mary y Polidori.
Byron y Percy desistieron enseguida de la tarea, quizá porque eran poetas y
la prosa no era su fuerte. O por puro aburrimiento, quién sabe. Pero tanto Mary
como el médico decidieron ponerse manos a la obra y comenzar a dar forma a sus
ideas.
Frankenstein o el moderno Prometeo
La pobre Mary Shelley necesitaba fervientemente encontrar la inspiración
para su escrito. Tras darle muchas vueltas, marchó a dormir sin que las musas
llegaran a alcanzarla. Sin embargo, esa noche le asaltó una inquietante
pesadilla. Un sueño, que sin aun saberlo, se convertiría en el germen de una de
las novelas más fascinantes del romanticismo europeo y de la literatura de
terror.
“Ví a un pálido estudiante de artes malignas arrodillado al lado de una
cosa que había conjuntado. Ví el repugnante fantasma de un hombre estirado que
después, gracias a un poderoso ingenio, dio señales de vida...”
Había nacido Frankenstein. Y es que Mary, como muchos otros intelectuales
de la época, se encontraba fascinada por los experimentos: la posibilidad
de devolver a los muertos a la vida mediante el uso de descargas
eléctricas. Por aquella época eran muy populares los experimentos de Luigi
Galvani, fundador del galvanismo y a quien siguieron muchos otros como Erasmus
Darwin (abuelo de Charles Darwin). El científico descubrió que aplicando un
chispazo de electricidad en la médula espinal de una rana, sus articulaciones
traseras se movían. Este tema suscitaba un gran interés
en Mary y era recurrente en las conversaciones mantenidas por sus
compañeros durante esas frías noches.
Edición original de Frankenstein |
¿Era posible otorgar la vida? ¿Jugar a ser Dios? A raíz de su sueño,
comenzó a escribir su relato, que se convertiría unos años más tarde en su
novela, considerada la primera obra literaria de ciencia ficción. El nombre de
Frankenstein fue tomado de un castillo llamado así, donde nació Konrad Dippel,
un químico y médico alemán del siglo XVII muy admirado por Mary; de
hecho se cree que ella visitó el castillo. La obra tiene como subtítulo El
moderno Prometeo, mito griego que describe la historia de Prometeo, quien
es castigado por robar a los dioses el fuego para dárselo a la humanidad. Mary
nos sitúa, mediante el formato epistolar, ante la desesperación del
estudiante de medicina, Viktor Frankenstein, quien crea a la popular criatura a
partir de distintas partes del cuerpo de cadáveres diseccionados. Tras darle
vida, abandona al monstruo a su suerte, y éste vagará a través de paisajes
nevados buscando venganza, pero sobre todo cariño y compañía.
Frankenstein no solo es un relato de terror: nos encontramos ante una
visión crítica de la ciencia en tiempos de la Revolución Industrial. El
desprecio del monstruo hacia su creador puede interpretarse como una crítica al
capitalismo naciente, que no respeta la integridad humana, o como reproche al
mal uso de la tecnología, que puede provocar el mal personificado en la
criatura.
La narración también revela el inconsciente de su autora, su sensación de
culpa y abandono, sus inquietudes y sus vivencias. Es más, algo
interesante, es que según la autobiografía de Lord Byron, tanto él como Percy
fueron los inspiradores de los protagonistas del libro: "Probamos
nuestra habilidad para escribir historias de fantasmas, aunque solo Mary
perseveró en el intento, escribiendo un relato hermoso y absurdo sobre un
monstruo creado por un tal Doctor Frankenstein (en el que siempre me ha
parecido apreciar que el doctor tiene un claro parecido con su marido y el
monstruo conmigo".)
Fue un hecho insólito para los editores de la época que una mujer joven
escribiera sobre temas tan oscuros y tan poco apropiados para una señorita, por
lo que tuvo problemas para que Frankenstein fuera publicada. La obra, recopilada en tres
volúmenes, fue finalizada en 1931. Mary pidió ayuda a su amante para corregir
los errores gramaticales y de expresión. La versión corregida, aunque más
correcta formalmente, era bastante menos dura y descarnada que la original.
El vampiro
No podemos olvidarnos de Polidori, quien también inspirado por Byron, dio
forma a su propio relato. Cuando manifestó a sus colegas cuál sería el asunto
de su historia, no fue precisamente jaleado. Los vampiros, por aquel entonces,
no tenían demasiada popularidad en la literatura, esta no llegó hasta muchos años después. Pero el tímido doctor no desistió y continuó escribiendo.
Tratado de los Vampiros, de Agustin Dom Calmet
|
Originalmente, el escrito de Polidori fue publicado con el título “El
Vampiro, Un Cuento del Muy Honorable Lord Byron”, y por un buen tiempo se le
atribuyó al poeta la autoría del mismo, lo que favoreció que fuera difundido y
traducido a otras lenguas. En un comienzo, Byron insinuó que el texto en efecto
estaba basado en un argumento suyo, pero finalmente reconoció
que el tema de los chupasangres no le interesaba y que no tenía nada que ver
con el texto.
Para su obra, Polidori se basó en el llamado "Tratado sobre los
vampiros” de Agustín Dom Calmet. El médico pasa a retratar la nueva imagen de
vampiro romántico, como un personaje aristocrático, de gran magnetismo y
atractivo personal. Su Lorth Ruvent, protagonista de El Vampiro, presenta muchas
similitudes con Byron. Desde que se conocieron, Byron siempre había
menospreciado a Polidori, desde la calidad de sus escritos hasta su habilidad
como médico, ridiculizándolo y utilizando motes despectivos hacia él (como
Polly Dolly). De aquí la frustración de este, quizá El Vampiro fue una venganza
hacía Lord Byron, presentándole como un joven vicioso y altanero,casi como un vampiro psíquico. Polidori parecía vivir atormentado por Byron, a pesar de que numerosas fuentes aseguran que estaba enamorado de él.
La criatura creada por Polidori experimentó su fama tiempo después, dando
lugar a múltiples historias de vampiros y siendo una de las principales
influencias para Drácula, del escritor Bram Stocker.
¿Es por tanto Lord Byron la figura que dio luz tanto al vampiro moderno,
como al monstruo de Frankenstein? Volvemos a las casualidades, al destino, al
“efecto mariposa”. Si la reunión en Villa Diodatti no hubiera tenido lugar, si
no se hubiera producido el famoso concurso literario, es posible que nuestras
pesadillas se hubieran quedado huérfanas de ambos personajes. (5)
Una historia tan asombrosa no podía tener más que un fatal desenlace. Como
en una auténtica leyenda romántica, la mala suerte se cernió sobre las cabezas
de sus protagonistas y la mayoría acabó muriendo de forma trágica. Polidori, se
suicidó ingiriendo ácido prúsico en 1821. Byron, vivió sus últimos días
participando en la rebelión de los griegos contra los turcos. Muere en Grecia,
después de que le practicaran unas sangrías tras padecer una fiebres.
Percy Shelley fallece en 1822: se ahoga en el mar mientras intentaba navegar
entre las ciudades italianas de Livorno y La Spezia. Claire fue la única que
sobrevivió hasta los ochenta años.
El inesperado final de su marido condujo a Mary al borde de la depresión. A
pesar de que la desdichada escritora había tolerado todas las infidelidades y
temperamentos de su pareja, su muerte le hizo sentirse atrapada por los
recuerdos. También publicó "Matilda" en 1819 y la
novela futurista "The last man" en 1826, donde vuelve a revivir a Percy y a Byron (y a ella misma) a través de sus personajes principales. Murió el 1 de febrero de 1851 por un
tumor cerebral.
Cuentan que tras su partida hallaron entre sus pertenencias el corazón de
Percy envuelto en un paño de seda. ¿Será cierto? ¿Puede ser que su propósito
fuera devolverle a la vida algún día, como hizo Viktor Frankenstein con su
criatura? Nunca lo sabremos…
1. También publicó información acerca de cómo distinguir las
plantas venenosas de las comestibles, para prevenir a la población acerca
del consumo indiscriminado de cualquier planta que se encontrara. Durante
el “Año sin Verano”, la hambrienta población suiza hasta llegó a comer musgo.
2. Este palacete, en el que John Milton ya se había alojado dos
siglos antes, era considerado por Mary Shelley un lugar culturalmente
sagrado.
3. Fruto de su relación con Shelley, Mary tuvo varios embarazos, y un único
hijo. El bebé estaba con ellos durante su paso por Villa Diodatti,
aunque es un hecho muy poco mencionado en los relatos sobre la historia. La
unión entre Mary y Percy duró ocho años, hasta la muerte de éste en 1822.
4."Después del té, a las doce en punto, empezamos en serio a hablar de
fantasmas. Lord Byron recitó los versos de Christabel de Coleridge, sobre
el pecho de la bruja. Cuando se hizo el silencio Shelley gritando de
repente, se llevó las manos a la cabeza y salió corriendo de la sala con
una vela. Le echamos agua en la cara y luego le dimos éter. Miraba a la
señora Shelley, y de repente pensó en una mujer de la que había
oído hablar, que tenía ojos en lugar de pezones, lo cual al apoderarse de su
mente lo horrorizó" Polidori, en una carta enviada a su editor
desde la misma villa, la noche del 19 de junio.
5. Todos conocemos al Vlad Tepes "El Empalador" o Conde de
Valaquia, personaje histórico que inspiró al Drácula de Stocker. Pero sin la
aportación de Polidori, el famoso vampiro no hubiera presentado sus rasgos más
característicos.
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